Seis días después de permanecer internado por la COVID-19, Mario Vargas Llosa recibió el alta médica.
A pesar de lo complicada que ha sido la última semana, el escritor peruano fue visto con buen aspecto físico en compañía de su hijo, Gonzalo.
Fue su hijo Álvaro el que confirmó que el premio nobel había sido diagnosticado de la COVID-19 y se encontraba internado en una clínica madrileña.
La preocupación fue máxima, al tratarse de un paciente de riesgo, a sus 87 años de edad.
Minutos después de abandonar el centro médico, Mario Vargas Llosa llegó a su residencia en Madrid y, completamente recuperado, declaró a la prensa.
“Estoy muy contento, sobre todo con las enfermeras y los médicos de la clínica Ruber que me han tratado maravillosamente bien”, expresó el autor de La ciudad y los perros en declaraciones recogidas por Europa Press.
“Ha sido un susto muy grande pero ya está muy bien. Ya está en perfecto estado y muy contento de estar en casa”, añadió su hijo Gonzalo, destacando “los centenares de mensajes” que han recibido en los últimos días como muestra de apoyo y de cariño.
“Quisiera comentar también esos mensajes que los he recibido con mucho cariño”, dijo el escritor con una gran sonrisa., dejando en el aire si su expareja, Isabel Preysler, se ha puesto en contacto con él durante los últimos días para preguntar por su estado de salud.