Lo primero que hay que aclarar es que la cerveza es una bebida alcohólica y el alcohol nunca es bueno para la salud.
La cerveza es una bebida alcohólica que se elabora con granos de cebada y que se fermentan con agua y levadura. Además, se aromatiza con lúpulo u otras plantas que le dan ese sabor amargo que tanto gusta.
Como ya hemos dicho, el alcohol es una sustancia tóxica dentro de nuestro organismo y que no aporta ningún tipo de beneficio, son calorías vacías.
Cirrosis
El alcohol es una sustancia que puede hacernos mucho daño en nuestra salud.
Está comprobado que el uso abusivo puede provocar graves enfermedades en el hígado e incluso llegar a cirrosis.
Además, también puede aumentar el riesgo de cáncer de laringe, esófago, boca, garganta, colón o hígado.
Aumenta el riesgo de hipertensión
Por lo que puede afectar a la salud cardiovascular
Obesidad
el consumo abusivo de bebidas alcohólicas aumenta el consumo de calorías en un día y como hemos dicho son calorías vacías, no aportan energía. Varios estudios sostienen que consumir dos o más cervezas al día puede aumentar el sobrepeso en un 34%.
Riesgo de depresión
El alcoholismo es una enfermedad muy seria. El consumo de esta sustancia provoca a medio y largo plazo riesgos de padecer depresión y dependencia.
Fatiga corporal y mental
La cerveza también es una bebida gaseosa, por lo que junto al alcohol puede provocar malestar estomacal. Además, su consumo abusivo también puede dañar las conexiones neuronales del cerebro.