Con el constante cambio de las cosas, también evoluciona la manera en que nos relacionamos con los demás y establecemos conexiones.
Recientemente, ha resurgido el término “Benching”, causando revuelo en las redes sociales debido a su aparición en numerosas publicaciones.
Esta tendencia implica dar señales contradictorias a las personas que nos interesan pero que no buscan un compromiso real.
Hasta ahora, el “ghosting” había sido la práctica más común entre aquellos que no desean involucrarse emocionalmente con otros, seguido de cerca por el “breadcrumbing”, “roaching”, “orbiting”, “love bombing”, “cricketing” y “whelming”. Ahora se suma el “Benching”, que se refiere a la clásica actitud de “no romper la relación, pero mantenerte en reserva por si acaso”.
¿Qué significa realmente el Benching?
El término proviene de “bench” (banquillo en inglés), lo que podría equipararse a ser la opción de respaldo o el plan B en la vida de alguien.
En esencia, es un comportamiento donde una persona decide mantener el contacto con otra, pero de manera breve y superficial, sin profundizar en la relación.
El objetivo claro es mantener el interés de la otra persona para su propio beneficio.
Para entenderlo mejor, imagina que tienes una cita y todo va de maravilla. Hay planes para futuros encuentros y parece que la relación se está consolidando.
De repente, sin previo aviso, la otra persona reduce el contacto y las posibilidades de seguir viéndose.
Justo cuando empiezas a superarlo y a enfocarte en otras cosas, esa persona vuelve a aparecer con un mensaje inesperado. Esto es lo que los psicólogos y sociólogos han denominado “Benching”.
De esta forma, la persona afectada no logra cerrar completamente esa relación o vínculo, ya que permanece en una espera interminable con la esperanza de retomar lo que tenían antes. Esta situación la mantiene pendiente de las “apariciones” del otro.
Según explica la psicóloga Chelsea Leigh Trescott, experta en relaciones, esta técnica genera dependencia en la persona afectada, ya que la otra siempre da señales ambiguas. El objetivo detrás de esto es alimentar su egoísmo.
Además, advierte que con el paso del tiempo, es cada vez más difícil para la persona afectada tomar la decisión de salir de esta relación tóxica.